La esperanza de una paz duradera está viva para los colombianos del común; con todo, para las comunidades de exguerrilleros, sus familiares y nuevos vecinos en los territorios, se pone cada vez más difícil sostener este sentimiento.

Los gurres sin uñitas

Luis Carlos, 2019, Vereda Llano Grande, Dabeiba Antioquia

Mujer llorando

Alcira, 2019, Caserío San José de León, Mutatá Antioquia